Los terremotos y movimientos sísmicos naturales afectan a los cetáceos, porque son muy sensibles al sonido. Nosotros no podemos oír los terremotos, pero hacen mucho ruido, y debajo del agua, los sonidos se transmiten mejor, y con más intensidad.
Cuando la onda sonora, que es movimiento de agua, se transmite desde el lugar del evento sísmico y llega al cetáceo afecta a su oído, a su sistema de ecolocalización (así que se desorientan y pierden capacidad de cazar), y a algunas especies (sobre todo a los zifios) les afecta a algunas partes muy sensibles de su cuerpo que literalmente se rompen por el impacto, y los animales mueren
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