¡Qué pregunta tan interesante y difícil!
A mí me ha aportado un nevo campo en el que trabajar y nuevos conocimientos. Yo estudié en Madrid y siempre he sido bastante «de secano», pero desde que vine a vivir a Tenerife eso cambió a la fuerza.
Los trabajos que más me gustan desde que estoy aquí tienen que ver con el océano y la oceanografía. Nuevos conocimientos, nuevas especies, nuevos hábitats, nuevos problemas…
Y ¡PAZ! Cada vez que me sumerjo, se mezcla el nerviosismo y el estado de alerta, con muchísima paz que me da estar flotando, bajo el agua, con el sonido del mar y mi respiración… es difícil de explicar. Me relaja, pero salgo agotado.
Pero, quizá sobre todo, conocer más y más personas con pasiones parecidas: oceanografía y divulgación científica que, poco a poco, se van convirtiendo en parte importante de mi vida.
¡SNIF!
La oceanografía es la forma que yo he encontrado de unir mi amor por la naturaleza, y en particular con el mar, con la necesidad de trabajar!
Pero también ha modelado mi forma de entender el mundo: conocer los ecosistemas marinos y pensar que nosotros también formamos parte de ellos ayuda a ponernos, a los humanos, en perspectiva, y a entender que muchos de los comportamientos de nuestro día a día (por ejemplo, la generación de residuos) son totalmente insostenibles y se pueden volver contra nosotros (por ejemplo, en forma de microplásticos en nuestros alimentos).
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